CAPÍTULO
10
Si soy
salvo, ¿por qué peco todavía? ¿Por qué tengo tanto problema con el pecado mientras
estoy aquí en la tierra? ¿Por qué me turban pensamientos impuros? ¿Por qué hago
a veces lo que sé que es malo? ¿Por qué fallo a veces en hacer lo que sé que
está bien? ¿Por qué sigo luchando con las tentaciones? ¿Por qué vivo y actúo a
veces como una persona inconversa (ver 1 Corintios 3:3), aunque me sienta
triste y apesadumbrado cuanto actúo así?
La Una Naturaleza del Inconverso
El hombre
no salvo solo tiene una naturaleza- una naturaleza pecaminosa, egoísta,
corrupta, malvada que ha recibido de Adán. ¿Cómo describe Jeremías 17:9 el
corazón del hombre?
a. El corazón del hombre es puro y bueno.
b. El corazón del hombre es perverso
(incurablemente enfermo).
c. El corazón del hombre tiene algo de malo y
algo de bueno.
d. El corazón del hombre es más bien malo, pero
hay destellos de bondad en todos.
e. La mayoría de los hombres tienen más bondad
que maldad.
1) Jeremías 17:9-10.
“E______________ es el corazón más que todas las cosas, y ___________________.”
En este versículo la expresión “perverso” significa “incurablemente enfermo”.
Somos tan malvados que Dios dice que somos como una persona que tiene una
enfermedad incurable que es mortal. Es una enfermedad mucho peor que el cáncer
o la lepra o el SIDA –es el asesino número uno- el PECADO.
2) Marcos 7:20-23.
El Señor Jesús, el Hijo de Dios, dijo estas palabras. ¿Jesús estaba de acuerdo
con Jeremías 17:9)? _______ De acuerdo con el Señor Jesús (Marcos 7:20-23), ¿el
corazón del hombre es básicamente malo o básicamente bueno?
_____________________ Escribe seis de las cosas que salen (proceden) de nuestro
interior, que prueban que nuestros corazones son malos y están enfermos (Marcos
7:21-22):
1. |
4. |
2. |
5. |
3. |
6. |
En Marcos
7:23, Jesús describe estas cosas como “______________________”. Después de
estudiar Marcos 7:20-23, debemos concluir que el mayor y más básico problema
del hombre es (favor marcar lo correcto):
a.
hambre |
d.
gobierno corrupto |
b. falta
de vivienda |
e.
contaminación del agua |
c.
guerras |
f. un
corazón malo y corrupto |
3) Mateo 7:9-11. De acuerdo
con estos versículos, ¿el Señor Jesús dijo que el hombre era bueno o que era
malo? ______________ De acuerdo con estos versículos (especialmente el versículo
11), ¿es posible que una persona mala haga cosas buenas? _______ Por lo tanto,
cuando vemos a la gente hacer cosas buenas y amables, ¿significa eso que esta
gente no es mala? ________ Las personas inconversas a veces pueden ser muy buenos padres,
muy buenas madres, muy buenos ciudadanos, muy buenos trabajadores, etc. Sin
embargo, así y todo tienen una naturaleza pecaminosa corrupta que recibieron
de Adán. Algunas personas manifiestan exteriormente su malvada naturaleza
más que otros por su hablar profano y sus malas acciones. Otras personas no
manifiestan tanto exteriormente su mala naturaleza y parecen vivir de manera
respetable y moral. Tanto si una persona parece vivir de una manera razonable
o no, la descripción de Dios del corazón humano sigue en pie. “Es engañoso
más que todas las cosas y perverso” (Jer.17:9).
3) Romanos 3:10-18.
Cuando nos miramos en un espejo, nos vemos como somos realmente por fuera. Si
nuestro cabello está desordenado, el espejo lo revela. Si hay un grano en mi
rostro, el espejo lo mostrará. Si mi mentón está manchado con chocolate, el
espejo reflejará este problema y me mostrará que necesito limpiarme.
¿Qué
sucedería si Dios nos hiciera mirarnos en un espejo que no revelara nuestra
apariencia exterior, sino la verdadera condición de nuestro corazón? ¿Qué
sucedería si Dios nos hiciera mirarnos en un espejo que revelara cómo es
realmente nuestra naturaleza interior? Dios nos ha dado un espejo así. Se
encuentra en Romanos 3:10-18. ¿Presentan estos versículos un cuadro hermoso?
______ ¿Son estos versículos una verdadera descripción tuya? _______ ¿La
palabra “todos” del versículo 12 te incluye a ti? ______ La frase “todo el
mundo” del versículo 19, ¿te incluye a ti? _______ ¿Eres culpable delante de
Dios (v.20)? _____ La palabra “todos” del v.23, ¿te incluye a ti? ________
* * * * *
* * *
¿Qué es lo
que una persona inconversa nunca podrá hacer (Romanos 8:8; Hebreos 11:6)?
____________________________________ En Tito 3:3 tenemos la descripción de una
persona no salva. ¿Es esta una buena descripción de lo que tú eras antes de ser
salvo? ______ Otra terrible (pero verdadera) descripción de una persona no
salva se encuentra en Efesios 2:1-3. Éramos “por N___________________ hijos de
ira” (Efesios 2:3).
Dos Naturalezas en Una Persona
Cuando una
persona es salva, recibe una nueva naturaleza que es “creada en la
J_____________
y
S_________________ de la verdad” (Efesios 4:24). El creyente ha sido hecho
participante de la N___________________ D______________ (2 Pedro 1:4), la
naturaleza de Dios Mismo. ¿Cómo describe Dios a la persona salva que está en
Cristo (2 Corintios 5:17)?
________________________________________________________
Ahora que
tengo una nueva naturaleza, ¿qué ha sucedido con mi vieja naturaleza
pecaminosa?
¿Ha
desaparecido? ¿Ha sido transformada de algo malo en algo bueno? ¿Ha sido
totalmente removida? ¿Ha sido removida parcialmente?
Si el
creyente dice que no tiene pecado (que no tiene una naturaleza pecaminosa),
¿está diciendo la verdad o se está engañando a sí mismo (1 Juan 1:8)?
_________________________________
Si el
creyente dice que no ha pecado (no ha cometido ningún acto pecaminoso), está
diciendo la verdad o está haciendo a Dios mentiroso (1 Juan 1:10)? _________________________________
La vieja
naturaleza pecaminosa no ha sido quitada o erradicada. Aún está presente en el
creyente.
Santiago
3:2 se refiere al creyente y dice, “Porque todos ofendemos muchas veces” o,
literalmente, “porque en muchas cosas todos ofendemos”. La palabra “ofender”
significa que todos tropezamos, que quedamos cortos y que nos desviamos. Todos
fallamos y caemos. Aún como creyentes, todos hemos pecado. Todos ofendemos y
por eso todos tenemos una desesperada necesidad de la misericordia y gracia de
Dios y una desesperada necesidad de Su perdón y limpieza.
A la luz
de estos pasajes (1 Juan 1:8,10; Santiago 3:2), tenemos que concluir que cuando
una persona es salva, la vieja naturaleza no es removida, borrada o erradicada.
El creyente aún posee una vieja naturaleza y continuará poseyendo la vieja
naturaleza hasta que esté con el Señor. En ese momento estará libre para
siempre de la presencia del pecado.
Pablo,
como hombre salvo, hizo las siguientes afirmaciones asombrosas:
Romanos 7:14—“Yo soy
______________, vendido al _______________.” Romanos 7:17—“De
manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el __________________ que
___________ en mí.” Romanos 7:18—“Porque
yo sé que ____ _____, esto es, en mi carne, ____ _________ el _______; porque
el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.” Romanos 7:21—“Así
que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el __________ está en mí.” Romanos 7:24—“¡M________________
de mí! |
Hechos Acerca de la Vieja Naturaleza
1) La Vieja Naturaleza No Cambia
La vieja
naturaleza es incorregible. No cambiará. De hecho, cuando eres salvo, la vieja
naturaleza parecerá aún peor. Es desesperadamente malvada y permanecerá así. Nunca
será menos mala de lo que es ahora. “Lo que es nacido de la carne, carne es”
(Juan 3:6). La carne es carne y no cambiará para llegar a ser otra cosa. La
carne pecaminosa del hombre siempre producirá las obras de la carne (Gálatas
5:19-21). La carne pecaminosa del hombre nunca producirá el fruto del Espíritu (Gálatas
5:22-23). Solamente Dios puede hacer eso.
2) La Vieja Naturaleza No Mejora
Si tienes
la esperanza de que tu vieja naturaleza se reformará y que mejorará su
conducta, estarás muy decepcionado. Lo que está “viciado” (Efesios 4:22)
continuará estando viciado. Lo que es “miserable” (Romanos 7:24), seguirá
siendo miserable. “Nada bueno” (Rom. 7:18) no progresará a “algunas cosas
buenas”. La vieja naturaleza es completamente pecaminosa y corrupta y nunca
mejorará.
3) La Vieja Naturaleza No Se Transforma
Cuando una
persona es salva, la vieja naturaleza no es transformada en algo bueno. “Lo que
es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del espíritu, espíritu es”
(Juan 3:6). Cuando una persona nace de nuevo, la carne no se transforma en
espíritu. Sigue siendo lo que siempre ha sido: CARNE. La vieja naturaleza no es
mejorada y suavizada. No es reformada. Cuando una persona llega a ser salva,
¿Dios transforma su vieja naturaleza en algo que ahora es bueno? De ninguna
manera. En absoluto.
La Biblia
enseña que mi vieja naturaleza es tan viciada y corrupta y pecaminosa y mala
como siempre lo ha sido: “Despojaos del viejo hombre que está ________________
conforme a los deseos engañosos” (Efesios 4:22). El nuevo nacimiento es una creación
(2 Corintios 5:17; Efesios 4:24; Colosenses 3:10), no una transformación. El nuevo
nacimiento es la introducción de algo nuevo, no la transformación de algo
viejo. Mi vieja naturaleza permanece igual. La diferencia es ésta: ahora tengo
una naturaleza nueva creada por Dios.
La Biblia
nunca enseña que la vieja naturaleza es transformada. Sin embargo, enseña que
los creyentes son cambiados y
transformados. Aquí van dos ejemplos:
“No os conforméis a este siglo, sino _____________________ (cambiar) por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
“”Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos ___________________ de gloria en gloria en la
misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18).
A medida
que crecemos en el Señor, que andamos en el Espíritu, que obedecemos al Señor y
que rendimos nuestros corazones a Él, ÉL NOS CAMBIA. Poco a poco, día tras día,
constantemente estamos siendo
transformados a Su imagen. Puedo ser hoy más parecido a Cristo de lo que fui
ayer. Puedo ser más parecido a Cristo mañana de lo que soy hoy. Dios puede
transformarme por Su gracia, pero Dios no transforma la vieja naturaleza pecaminosa.
¡No! Él, en cambio, la crucificó.
4) La Vieja Naturaleza Nunca Puede Ser
Purificada
Cuando
pienses en la vieja naturaleza, imagina un pozo contaminado. El agua en la
profundidad de este pozo está insalubre y contaminada y no es apta para beber.
Puedes pintar el pozo, pero el agua que sube seguirá contaminada. Puedes
instalarle una cubeta nueva con cuerdas nuevas, pero el agua que sube seguirá
siendo igualmente insalubre. El problema está en la fuente. La vieja naturaleza
pecaminosa del hombre es una corriente contaminada que comenzó a fluir en el
momento en que Adán desobedeció a Dios. Esta agua nunca podrá ser purificada.
Nunca podrá ser saneada. Estará siempre contaminada por el pecado.
5) La Vieja Naturaleza Nunca Puede Agradar
a Dios
“Los que
viven según la carne no pueden _________________ a Dios” (Romanos 8:8). De
acuerdo con Romanos 8:9, una persona salva no está en la carne, porque es
habitada por el Espíritu Santo de Dios. La persona inconversa está en la carne
y esta persona nunca podrá agradar a Dios (versículo 8).
Proverbios 15:8: “El
sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; mas la oración de los
rectos es su gozo”. Aunque la persona inconversa realice actos
religiosos (ofrecer un sacrificio, decir una oración, etc.), Dios no se
agrada. Es realizado en la carne. Proverbios 15:9:
“Abominación a Jehová es el camino del impío; mas él ama al que sigue
justicia”. Dios detesta el camino de los malos. No
importa por el camino que ande, no importa lo que haga, él no puede agradar a
Dios. “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son
pecado” (Prov. 21:4). Arar el campo es considerado normalmente una actividad
constructiva y necesaria, pero el hombre no salvo no puede agradar a Dios ni
siquiera con eso. Proverbios 15:26: “Abominación
son a Jehová los pensamientos del malo; mas las expresiones de los limpios
son limpias.” Dios detesta los pensamientos de los
malos. Dios no se agrada. “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo
extraños y _________________ en vuestra ___________, haciendo obras malas”
(Col.1:21) |
6) La Vieja Naturaleza Permanece con el
Creyente “Hasta que la Muerte los Separe”
Como
creyentes, tendremos nuestra vieja naturaleza hasta el día de nuestra muerte o
hasta el día en que Cristo venga para llevarnos a casa, al cielo (1
Tesalonicenses 4:13-18). Cuando no éramos salvos, la vieja naturaleza dominaba
todo lo que hacíamos, incluso nuestros pensamientos, palabras y acciones. No
podíamos hacer otra cosa sino pecar. Éramos esclavos del pecado. No podíamos
hacer nada sino pecar. No había lucha en nosotros. La vieja naturaleza dominaba
y no tenía oposición. Para luchar se necesitan dos.
Aclaración: Cuando decimos que no hay lucha en el corazón de la persona no salva,
nos estamos refiriendo a la lucha entre la vieja naturaleza y la nueva
naturaleza. Esto no significa que la persona no salva no tenga luchas entre
el bien y el mal. Antes que nada, la persona no salva tiene una conciencia
que la condena si hace algo que sabe que está mal. Esta clase de lucha
interior existe. También hay algunas restricciones
impuestas sobre la persona no salva. Podría querer hacer algunas cosas, pero
sus padres tienen otras ideas. Podrá querer sobrepasar el límite de velocidad
en la carretera, pero teme a la policía y las multas que recibiría si es
sorprendido. Podría querer entrenar para los juegos Olímpicos por motivos
egoístas (fama, aplausos, etc.), pero le puede faltar la necesaria auto-disciplina para el entrenamiento.
Puede querer bajar de peso por razones egoístas (para atraer al sexo opuesto,
etc.), pero lucha con sus deseos de comer más de lo necesario. De modo que
los inconversos pueden tener toda clase de luchas, pero hay una cosa que no
tienen: la lucha entre la vieja naturaleza y la nueva naturaleza. |
Después de
que somos salvos, poseemos dos naturalezas, la vieja y la nueva. Ahora hay una
lucha entre las dos naturalezas: “Porque el deseo de la ____________ es contra
el Espíritu, y el del _________________
es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que
quisiereis” (Gálatas 5:17).
Como
persona salva, yo puedo elegir. Puedo elegir andar en el Espíritu o puedo
elegir andar en la carne (Gálatas 5:16). El corazón creyente sabe que la única
manera de agradar a Dios es andar en el Espíritu y permitir que Dios controle
su vida. Cuando el corazón creyente falla en andar en el Espíritu, se siente
culpable y molesto y apenado (comparar con el ejemplo del “justo Lot” en 2
Pedro 2:7-8). Como creyentes, Dios nos ha librado del poder del pecado y
tenemos que reclamar esa victoria por fe.
Cuando el
creyente se vaya para estar con el Señor, tendrá lugar una gran transformación
final (ver 1 Juan 3:2; 1 Corintios 15:52-53) y el creyente estará finalmente
sin pecado y ya no poseerá una mala naturaleza pecaminosa. Entonces él estará
libre de la presencia misma del pecado.
Salvo
de la Pena del Pecado Justificación Esto
sucede en el momento de ser salvo. |
Salvo
del Poder del Pecado Santificación Esto
sucede durante la vida cristiana a medida que me rindo a Dios y ando en el
Espíritu. |
Salvo
de la Presencia del Pecado Glorificación Esto
sucederá en el futuro cuando esté con Cristo para siempre. |
7) La Vieja Naturaleza ha sido Condenada
por Dios
Dios no
cambió la vieja naturaleza. Dios no transformó la vieja naturaleza. Dios no
mejoró la vieja naturaleza. Más bien, Dios la condenó. “Porque lo que era
imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su
Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, __________________
al pecado en la carne” (Romanos 8:3). Nuestra naturaleza pecaminosa fue
condenada en la cruz del Calvario. La MUERTE es la única respuesta.
“Sabiendo
esto, que nuestro _________ ____________ fue crucificado juntamente con él,
para que el cuerpo del pecado sea destruido (hecho inefectivo), a fin de
que no sirvamos más al pecado” (Romanos 6:6). La solución de Dios para el
problema de la vieja naturaleza pecaminosa implica la cruz del Calvario.
El Viejo Hombre
¿Qué es el
“viejo hombre” (Rom.6:6; Ef.4:22; Col.3:9) y qué es el “nuevo hombre”
(Col.3:10; Ef.4:24)? El viejo hombre se refiere a todo lo que soy y todo lo que
tengo en Adán; el nuevo hombre se refiere a todo lo que soy y a todo lo que
tengo en Cristo. El viejo hombre es mi vieja vida en Adán; el nuevo hombre es
mi nueva vida en Cristo. Lo primero se refiere a la VIDA PROPIA; lo otro a la
VIDA DE CRISTO. Lo uno tiene que ver con el HOMBRE CAIDO; lo otro tiene que ver
con el HOMBRE REDIMIDO o REGENERADO. El hombre viejo es el viejo yo; el nuevo
hombre es el nuevo yo, la nueva criatura en Cristo.
El viejo
hombre se caracteriza por esa naturaleza pecaminosa caída recibida de Adán; el
nuevo hombre se caracteriza por esa santa naturaleza divina recibida de parte
de Dios en el momento del nuevo nacimiento. El viejo hombre es nacido de la
carne; el nuevo hombre es nacido de Dios. El viejo hombre vino por nacimiento
natural; el nuevo hombre vino por el nuevo nacimiento. El viejo hombre está
“VICIADO conforme a los deseos engañosos” (Ef.4:22; y comparar con Rom. 7:24);
el nuevo hombre es creado “según Dios (de acuerdo con Dios, modelado según
Dios, un reflejo de Dios, etc.) en la justicia y santidad de la verdad”
(Ef.4:24). El nuevo hombre es algo nuevo, que no existía antes, pero que fue
creado (Ef.4:24; 2 Cor.5:17). Cinco años antes de que fueras salvo, el nuevo
hombre no existía para nada, pero el viejo hombre sí existía.
El
viejo hombre no es (simplemente) la vieja naturaleza, aunque incluye la vieja
naturaleza; el viejo hombre se caracteriza por tener una naturaleza que se
opone a Dios, y esta naturaleza imprime su carácter a las actividades del viejo
hombre (Roy Huebner).
El viejo
hombre es descrito por sus obras en Efesios 4:25-31: es un vil mentiroso
(v.25), tiene un temperamento desagradable (v.26), es un infame ladrón (v.28),
tiene una boca corrupta de la cual sale basura (v.29) y se caracteriza por
amargura, ira, enojo, gritería, maledicencia y un espíritu rencoroso
(vs.31-32). El nuevo hombre, por el contrario, habla verdad (v.25), se enoja de
manera y por motivos rectos (v.26), trabaja duro y sabe dar (v.28), habla lo
que es bueno y edifica (v.29), se caracteriza por amabilidad, compasión y un
espíritu perdonador. El nuevo hombre es un reflejo de Dios, de Aquél que lo
creó.
¿Cómo Manejamos al Viejo Hombre?
¿Cómo
trata Dios entonces al viejo hombre? Dios no cambia al viejo hombre. Dios no
transforma al viejo hombre. ¿Qué hizo Dios con tu viejo yo? ¿Qué hizo Dios con
todo lo que eres y todo lo que tienes en Adán? Romanos 6:6 responde esto:
“NUESTRO VIEJO HOMBRE FUE (tiempo pasado) CRUCIFICADO CON ÉL”. Dios condenó al
viejo hombre, lo juzgó y derramó Su ira sobre él cuando el bendito Salvador
murió en la cruz. ¡Mi viejo hombre fue crucificado!
“Fue crucificado” – ¡Está hecho! ¡Está consumado!
Tú no necesitas crucificar al viejo hombre. Eso fue realizado hace 2000 años.
¡No es algo que tú haces, es algo que Dios ya ha hecho! No es un mandamiento
que haya que obedecer; es un hecho que hay que creer. Tú no necesitas tratar
con el viejo hombre. ¡Ya fue tratado en la cruz! ¡Los que tratan de conquistar
al viejo hombre, nunca podrán ganar!
En Romanos
6:6 tenemos que hacer una diferencia entre nuestra posición y nuestra
experiencia. Este versículo no se refiere a la experiencia de un cristiano,
como enseñan muchos hombres reformados. “Nuestro
viejo hombre fue crucificado” es un hecho relativo a nuestra posición en
Cristo. En nuestra experiencia real nuestro viejo hombre a menudo parece estar
muy bien y muy vivo, pero no debemos guiarnos por nuestra experiencia. Debemos
guiarnos por lo que Dios ha dicho (los HECHOS). El hecho de tu posición es que
tu viejo hombre fue crucificado con Cristo. Reclama ese hecho por fe, a pesar
de las apariencias contrarias. ¡Cuenta con que es así! Mientras más mantengamos
este hecho por fe, tanto más se hará realidad en nuestra experiencia. Mientras
más nos afirmemos en nuestra posición, tanto más Dios, el Espíritu Santo lo
hará realidad en nuestra condición. La
fe es clave.
Considera
Colosenses 3:9-10. Observa con cuidado el lenguaje. Dice, “habiéndoos
despojado” y “habiéndoos revestido.” Esto no son mandamientos, son hechos. ¿Por
qué ha sido quitado el viejo hombre? La respuesta se encuentra en Romanos 6:6.
El viejo hombre ha sido quitado porque Dios lo puso en la cruz. Mi viejo hombre
fue removido y crucificado en el Calvario. El nuevo hombre fue implantado en el
momento en que fui salvo, porque soy una nueva criatura en Cristo.
Considera
ahora el lenguaje de Efesios 4:22,24. Aquí se nos dice que hagamos algo. ¡Quita
y pone! Estos son mandamientos. ¿Pero no dice en Colosenses capítulo 3 que eso
ya fue hecho? Veamos la diferencia:
¡Colosenses establece el hecho; Efesios apela a la fe!
En
Efesios se nos dice que hagamos por fe lo que Colosenses nos dice que Dios ya
ha realizado en los hechos.
¿Cómo me despojo del viejo hombre? Contando con que Dios ya lo ha hecho.
Contando con que mi viejo hombre fue crucificado con Cristo. ¿Cómo me revisto
del nuevo hombre? Contando y considerando que soy una nueva criatura en
Jesucristo. Por fe en la obra realizada en la cruz, el viejo hombre es
removido; por fe en mi gloriosa posición en Cristo, me revisto del nuevo
hombre.
Otra
ilustración de este mismo principio se encuentra en Gálatas 3:27 y Romanos
13:14. El primer pasaje nos dice que estamos revestidos de Cristo. El segundo
pasaje nos da una orden: “Vestíos del Señor Jesucristo”. Gálatas 3:27 es el
HECHO (te has revestido de Cristo). Romanos 13:14 apela a la FE (se nos dice
que hagamos por fe, lo que Dios ya hizo en la realidad).
Considera
Gálatas 2:20—“Con Cristo estoy (yo, el viejo hombre en Adán) juntamente
crucificado, y ya no vivo yo (el viejo hombre en Adán), mas vive Cristo en mí
(la nueva criatura en Cristo); y lo que ahora vivo (el nuevo hombre) en la
carne, lo vivo (el nuevo hombre) en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí”.
Dos Graves Errores
Entre los
que se dicen ser verdaderos creyentes hay, hoy en día, dos errores que son
comunes:
1) El
error de la PERFECCIÓN IMPECABLE.
Supongamos que alguien dijera, “Dios me ha salvado y ya no tengo una naturaleza
vieja pecaminosa. Ya no tengo problemas con el pecado”. ¿Qué dice Dios de esa
persona (1 Juan 1:8)? _______________________________________ Otro puede
alardear, “Desde que soy creyente, nunca más he pecado. Ni una sola vez.” ¿Qué
dice Dios de esta persona (1 Juan 1:10)?
________________________________________________
2) El
error de
La Doble Provisión de Dios
La Provisión de
Dios Para Tener Victoria Sobre el Pecado Al
comenzar el día, yo puedo decir, “Señor, te doy gracias de que no necesito
pecar (1 Juan 2:1a – “para que no pequéis”). Te doy gracias porque Cristo me ha librado del pecado. Te doy gracias
porque mi viejo hombre fue crucificado con Cristo. Te doy gracias porque
Cristo mora en mí y has hecho posible que yo tenga victoria sobre el pecado. Señor,
yo quiero andar en el Espíritu para no satisfacer lo deseos de la carne
(Gálatas 6:16). Quiero que Tú controles mi vida, para que se haga evidente el
fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Te doy gracias que yo morí al pecado y
que ya no tengo que estar esclavizado por el pecado. |
La Provisión de
Dios para la Restauración Al final
del día puedo decir, “Señor, te doy gracias que tengo un Abogado para con el
Padre, a Jesucristo el Justo (1 Juan 2:2b – “y si alguno hubiere pecado…”). Señor, he quedado corto y he fallado en ser el creyente que Tú
quieres que sea. He fallado en confiar en Ti y en clamar por toda Tú
provisión para la victoria. Con gratitud confieso mis pecados y clamo por tu
total perdón y restauración a la comunión (1 Juan 1:9). Gracias, Señor, por
Tu gracia y Tú misericordia y Tú poder para limpiarme. |
Las Dos Naturalezas – Una Comparación
Tal como
lo hemos estudiado, cada creyente tiene dos naturalezas—la vieja y la nueva.
Hagamos un resumen de lo que la Biblia dice acerca de las dos naturalezas del
creyente:
LA VIEJA
NATURALEZA |
LA NUEVA NATURALEZA |
Se recibe de Adán por nacimiento natural (completamente
mala y sin esperanza) |
Se recibe de Dios por el nuevo nacimiento (la
naturaleza de Dios Mismo, por lo tanto, es totalmente buena) |
Pertenece al viejo hombre en Adán. Ver Efesios 4:22—“el viejo hombre que está ______________ conforme a
los deseos engañosos”. |
Pertenece al nuevo hombre en Cristo. Ver Efesios 4:24—“el nuevo hombre creado según Dios en la
________________ y _________________ de la verdad”. |
Incapaz
de hacer el bien (lo que Dios entiende por bien) – ver Rom. 7:18-19 |
Incapaz
de pecar – ver 1 Juan 3:9; Efesios 4:24 |
Lucha
contra el Espíritu (Gá. 5:17) |
Lucha
contra la carne (Gá. 5:17) |
Se opone
a Dios y a Su voluntad (Romanos
7:15-23) |
Se
deleita en Dios y en Su voluntad (Rom. 7:18-22). |
Se
manifiesta por las obras de la carne (Gálatas 5:19-21) |
Se
manifiesta por el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23) |
¿Quién o
qué mora en el creyente de acuerdo con Romanos 7:18)? _________________________ El poder
del pecado morador |
¿Quién o
qué mora en el creyente de acuerdo con Gálatas 2:20? ____________ El poder
de un Salvador morador |
Las Dos Naturalezas—Una Batalla
Dentro de
cada creyente hay una gran lucha por el control. ¿Quién controlará tu vida?
¿Quién ganará la batalla por el control – el viejo tú o el nuevo tú? Romanos
7:15-24
Nótese la
gran batalla y lucha y conflicto que está teniendo lugar (comparar Gálatas
5:17).
Nótese
quién está luchando en esta contienda:
El Nuevo |
El Viejo |
El que
aprueba y se deleita en la ley de Dios (v.16, 22) |
El
pecado morador (v.17, 20). |
El que
odia el pecado (v.15) |
La carne en la cual no mora el bien (v.18) |
El que
desea y quiere hacer lo bueno (vs.18,19) |
El mal que siempre está presente (v.21) |
“El
hombre interior” (v.22) |
El
“hombre miserable” (v.24) |
La “mente”
renovada (v.23, 25) |
La carne
que está bajo la ley del pecado y la muerte (v. 23, 25) |
Esta lucha
interna está descrita por Pablo en Romanos 7:15-24. En los siguientes
versículos, escriba “vieja” o “nueva”, dependiendo si el pronombre “yo” se
refiere a la vieja o a la nueva naturaleza de Pablo. Hemos hecho las primeras
como muestra:
“Porque
lo que yo (vieja) hago, yo (nueva) no lo entiendo; pues yo (vieja) no hago lo que yo (nueva) quiero, sino lo que yo (_______)
aborrezco, eso yo (________) hago. Y si lo que yo (________) no quiero, eso yo (________)
hago, yo apruebo que la ley es buena…(siga al v.19) porque yo (_________) no
hago el bien que yo (__________) quiero, sino el mal que yo (____________) no
quiero, eso yo (____________) hago”.
La nueva
naturaleza de Pablo quería hacer lo bueno y recto, pero su vieja naturaleza
estaba decidida a hacer lo que era malo y pecaminoso. Pero la batalla no está perdida. Todo hijo de Dios puede lograr la
victoria (ver Romanos 7:24-25).
Un viejo
indio que había encontrado recientemente a Cristo como a su Salvador, explicó
el problema de la siguiente manera: “En mi corazón hay dos perros que están
batallando continuamente, un perro blanco y uno negro”. El misionero preguntó,
“¿Cuál de los dos perros gana la batalla?” La respuesta fue sencilla, “El que
yo alimento”. ¿Cómo podemos alimentar a la nueva naturaleza? ¿Con qué nos hemos
estado alimentando espiritualmente? ¿Sobre qué estamos meditando? ¿Con qué
estamos llenando nuestra mente (Filipenses 4:8)? ¿Cuál es nuestro principal
enfoque (2 Corintios 3:18)?
La Biblia
dice, “Vestíos del Señor Jesucristo, y no ______________ para los deseos de la
_____________ (la vieja naturaleza pecaminosa)” (Romanos 13:14). Si fueras a
pasar un día en el campo o en la playa, probablemente llevarías algunas
provisiones (alimentos y bebidas) para no pasar hambre. Dios dice a los
creyentes que no hagan provisiones para la carne, sino que la hagan pasar
hambre.
¿Cuál es
el método de Dios para obtener la victoria sobre la vieja naturaleza (Gálatas
5:16; Romanos 8:4)?
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