EL DESAFÍO DE UNA NUEVA RELIGIÓN

 

“La Nueva Religión del Neo-Evangelicalismo”

 

Pastor Carlton Helgerson

 

Índice

 

INTRODUCCIÓN

 

I. LA MENTE INHIBIDA

 

II. SU FILOSOFÍA

 

III. SU TESTIMONIO

 

IV. SU TEOLOGÍA

 

V. SU MENSAJE

 

VI. SUS MÉTODOS

 

VII. SUS ACTITUDES

 

VIII. SU ECLESIOLOGÍA

 

IX. SUS ESCUELAS

 

X. SU FILOSOFÍA

 

XI. SUS SÍNTOMAS

 

XII. SUS DESAFÍOS

 

SUPLEMENTO

 

UNA ENTREVISTA

 

 

 

El Desafío de una Nueva Religión

“La Nueva Religión del Neo Evangelicalismo”

por el Pastor Carlton Helgerson

 

Introducción

Mucho se ha escrito en contra de las cuestionables prácticas del neo-evangelicalismo. También se han escrito libros para defender esas prácticas. Sin embargo, parece que son muy pocas las personas que entienden realmente lo que es este movimiento. Es necesario explicar la naturaleza de este movimiento, especialmente para aquellos que piensan que nuestra aversión al neo-evangelicalismo se limita a sus métodos.

 

Siendo alguien que ha estado profundamente involucrado en el movimiento en sus comienzos y que desde entonces ha observado y estudiado su desarrollo, puedo hablar con conocimiento de causa.

 

El neo-evangelicalismo es una manera de pensar torcida que ha infectado como un virus a varios de nosotros. Ruego a mis hermanos darse cuenta de la seriedad de esto. ¿Hasta qué punto ha entrado este virus en nuestro pensamiento? Debemos permitir que el juicio comience en nuestro propio corazón, no sea que critiquemos en los demás lo que sin querer alimentamos en nuestra propia mente.

 

Puesto que tanto los defensores como los opositores reconocen que el movimiento se caracteriza por ser una mezcla y un compromiso, no es irracional llamarlo una nueva religión.

 

I. LA MENTE INHIBIDA

 

Hoy en día hay una manera muy extraña de acercarse a la verdad. Pensar en blanco y negro ya no está de moda. Hoy se piensa en gris. Comenzamos a observar esto a mediados de los años cincuenta.

 

Algo está inhibiendo la mente de los hombres, algo que no se pueden explicar muy bien, algo que sienten y asumen, esto es, que uno no puede estar seguro de nada en el campo de la moral y de la religión. Esto nos afecta a todos, tanto a los creyentes como a los incrédulos.

 

El acercamiento a la verdad se basa en la síntesis en vez de en la antítesis, es decir, en la mezcla en lugar de en los opuestos. El resultado es una aversión a los dogmas y los absolutos.

 

En las Escrituras la mente se describe como algo maravilloso, aunque es parte de la naturaleza caída del hombre. La Biblia no solo nos muestra lo que piensa la mente natural, sino cómo piensa.

 

Siempre ha sido una obra efectiva de Satanás desorientar la mente del hombre. Pablo advirtió a los cristianos sobre el continuo peligro de que sus mentes fuesen corrompidas.

 

Esta combinación de circunstancias, el cerebro que ha sido lavado junto a la influencia satánica, hace que la incertidumbre se anide en la mente en cuanto a todo tema, excepto en algunas disciplinas científicas.

 

El erudito, por cierto, está consciente de que nuestra sociedad está saturada con el  antiguo humanismo. Pero el hombre común se encuentra simplemente inmerso en la incertidumbre y no sabe realmente cómo ni por qué.

 

Para proteger su ego el erudito puede adoptar una posición que parece objetiva y mantener una apariencia de estar dispuesto a “considerar todos los lados de la cuestión” para no tener que admitir ante sí mismo y ante los demás la desesperación de que también es un hombre inseguro. El hombre común, incapaz de lidiar con las frustraciones interiores que no puede explicar, busca refugio en la actividad o en placeres carnales.

 

Este estado mental de incertidumbre e inseguridad está presente en nuestra era y es peculiar a ella. También afecta a los cristianos en cuanto a que impide una completa subordinación a la Palabra escrita de Dios.

 

Este estado mental prevaleciente facilita al diablo introducir dudas en cuanto a la exactitud e importancia de muchos pasajes de las Escrituras. A menos que entendamos esto, no discerniremos los factores subyacentes que producen tales cambios en el énfasis y en la práctica que vemos hoy entre algunos de nuestros hermanos. Esto no ha sido escrito para excusar el neo-evangelicalismo, sino para ayudar a explicarlo.

 

Por ejemplo, cualquiera que está familiarizado con la educación en América sabe que por años las mentes de los niños no han sido guiadas correctamente en cuanto a la autoridad, los valores y los absolutos por causa de la influencia del humanismo en el sistema educacional. Muchos colegios cristianos se han desviado del dogma, cediendo a la actitud de “no seamos demasiado dogmáticos.”

 

Generaciones pasadas pensaban en términos de absolutos: algunas cosas estaban bien, y si estaban bien, lo opuesto estaba mal. La manera en que las personas pensaban y razonaban les daba una seguridad mental. En nuestros días, a sabiendas o por ignorancia, el pensamiento en cuanto a la verdad y cómo acercarse a la verdad, ha cambiado de la certeza a la incertidumbre.

 

Hay más de esto en cada uno de nosotros de lo que estamos dispuestos a admitir. Está en la raíz misma del neo-evangelicalismo, por lo que se recurre al compromiso y la transigencia. La ausencia del dogma en la educación más la tendencia egoísta del hombre de aparentar ser erudito evitando la certeza, produce hombres inseguros. Esto,  por cierto, tuvo su efecto en la teología evangélica.

 

En esta atmósfera prevaleciente de incertidumbre, los cristianos que no se someten a la autoridad de la Palabra de Dios buscarán refugio y satisfacción emocional en una religión que, aparentando ser moderna y también algo conservadora, solo requiere un mínimo de certeza.

 

Es dudoso que muchos de los que han sido influenciados por el neo-evangelicalismo admitan o se den cuenta del ánimo que permea su modo de pensar. Sin embargo, no podemos entregar un análisis justo del movimiento, a menos y hasta que identifiquemos la estructura mental dominante  en nuestra sociedad, donde prevalece la incertidumbre moral y religiosa.

 

Cuando los líderes evangélicos, que deberían saber la verdad, confiesan que están “buscando la verdad”, encontramos los síntomas de confusión en su modo de pensar.

 

Si hemos de ser justos e inquisitivos en exponer el neo-evangelicalismo, estas influencias deben ser reconocidas. Solo entonces podremos ser de ayuda.

 

Un hombre no tiene seguridad y certeza en su fe si necesita el apoyo de otros hombres inseguros y titubeantes. Según mi parecer, los que han sido infectados por el extremadamente peligroso virus de la nueva religión de mezcolanza y compromiso, son interiormente inseguros. Deberíamos verlos como víctimas y no como villanos.

 

Para comenzar a entender el neo evangelicalismo, es necesario discernir la peculiar manera de pensar que lo produce. Cuando la manera de pensar de la sociedad contemporánea ha sido condicionada durante mucho tiempo a debatirse en la incertidumbre, la base de la seguridad moral ha quedado destruida. Los seminarios contribuyen a esto al dedicar mucho tiempo a leer y tomar en cuenta opiniones de hombres. Los cursos familiarizan al estudiante con el pensamiento humano y pierden la oportunidad de aprender la disciplina de someterse con inteligencia a la Palabra de Dios. En realidad,  los estudiantes de teología consideran las dudas como virtudes. El virus se extiende rápidamente en este clima mental.

 

II. SU FILOSOFÍA

 

Filosofía significa literalmente amor por la sabiduría. En el uso clásico el término implica un conjunto de principios  basados en hechos de la historia y de la naturaleza humana. En general, es un término que indica lo que una persona piensa y cómo se ajusta a la realidad. La imaginación tiene un rol en la formulación de una filosofía.

 

La mente que considera que “toda verdad es relativa y no absoluta” se dirige a cualquier parte, menos por el camino de Dios.

 

El pragmatismo es la filosofía subyacente a esta nueva religión. Como fuera anticipado por William James a comienzos del siglo veinte, opina que solo lo que tiene éxito es verdad.

 

El pragmatismo comparte la casuística de que “el fin justifica los medios,” y es semejante al existencialismo, que asume que lo que parezca ser lo mejor en las circunstancias inmediatas, tiene que ser lo moralmente correcto. Nuestra mente natural tiene la tendencia a pensar así.

 

El pragmatismo es la fuerza motriz del neo-evangelicalismo. Quienes están infectados por el, tienen un concepto nublado de la verdad. No puede ser de otra manera, porque es contrario a los absolutos de las Santas Escrituras.

 

La mente natural que acepta la mezcla en lugar de la certeza de los absolutos, adoptará necesariamente el compromiso como modus vivendi.

 

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo (Col.2:8).

 

El hombre que no comienza a abotonarse bien la camisa, terminará abotonando mal. Si su pensamiento está desviado o se basa en premisas equivocadas, también terminará mal.

 

La base y el método del pensar debe ser el reconocimiento de la supremacía de la sabiduría de Dios y el consciente repudio de las filosofías de los hombres. El neo-evangelical no piensa como Dios quiere que pensemos.

 

No estamos diciendo con ello que todos los que piensan según estas filosofías son inconversos, pero es evidente que para muchos la Palabra Divina no significa mucho. Conocen el vocabulario, pero les falta vida. 

 

La mayoría de los jóvenes que se están preparando para el servicio cristiano a tiempo completo tienen esa forma de pensar desorientada y deformada, que los hace ser neo-evangelicales, y nunca han conocido otra cosa.

 

Nunca han investigado para saber la diferencia entre el neo evangelicalismo y el antiguo evangelismo. Ellos asumen que lo que creen, eso es el cristianismo genuino,  puesto al día y modernizado. No lo es. Es una cosa diferente.

 

Alertar, despertar y corregir con caridad a esta generación de nuevos evangelicales no sería tan difícil si se tratara de mostrarles sencillamente  las Escrituras. El problema se complica, porque su manera de pensar es tan diferente a la lógica y humildad que demandan las Escrituras. Toda su filosofía está en desacuerdo con la Palabra de Dios.

 

La generación  de sus líderes mayores, muchos de los cuales habían profesado un fundamentalismo bíblico sano, que reconoce las vitales diferencias  dispensacionales, saben muy bien que ellos tienen otra religión. No podemos sino asumir que han permitido que “sus mentes fueron extraviadas de la sincera fidelidad a Cristo” (2 Corintios 11:3).

 

Tengamos presente que estamos tratando con un “ismo” que no está alejado y separado en un compartimiento distante, sino que como un virus, que no está  reducido a una subdivisión política, se ha introducido en todos los segmentos de lo que una vez fue el Cristianismo Bíblico,  para infectar seriamente a todas las escuelas, casas de publicación, misiones e iglesias.

 

Al proceder con nuestro análisis, tengamos presente  la manera de pensar torcida de este “ismo”, y tengamos discernimiento para descubrir si algunos de sus errores se han anidado en nuestras propias mentes.

 

III. SU TESTIMONIO

 

El concepto neo-evangelical de testimonio o de ser un testigo proviene de su sutil humanismo. Este concepto puede ser considerado como un síntoma de la presencia del virus.

 

Su razonamiento es que mientras más exitoso, próspero o popular llegue a ser un cristiano a los ojos del mundo, eso ya constituye un testimonio. Ya sea en el atletismo, los deportes, la profesión, la política o los negocios, él o ella agrada al Señor y, por esto, es de por sí un testimonio.

 

Cuán triste es ver que nuestra juventud es influenciada a creer que la auto-promoción es un testimonio. Hace que el éxito y la celebridad sean sinónimo de piedad. Promocionar a personalidades es parte de esta propaganda.

 

El concepto de testimonio de este “ismo” es que cuanto más importante sea una persona en los asuntos de los hombres, tanto mayor será su influencia para Dios en la sociedad. Su objetivo es impresionar al mundo.

 

Nótese que lo héroes que presentan ante nuestra juventud son atletas, deportistas, animadores y celebridades del cine. Si puedes hacer figurar a un político ante el público, esto es considerado un testimonio muy eficaz.

 

Cualquier cosa que llame la atención del mundo, es considerada un testimonio para Cristo.

 

Por esta razón el neo-evangelicalismo tolerará y aún estimulará expresiones carismáticas modernas--énfasis en sanidades y lenguas--porque esto llama la atención e implica que Dios está activo en el movimiento.

 

Se enfatiza mucho unirse e involucrarse lo más posible con el mundo. Por sobre todo,  es el razonamiento, muéstrate como un tipo jovial y simpático, para que el mundo se sienta atraído al ver que los cristianos son gente real que disfruta de lo que el mundo disfruta.

 

Hacen propaganda para impresionar al mundo de que muchas personas influyentes, incluso luminarias de Hollywood, se están incorporando a esta cosa; que este nuevo tipo de cristianismo es la cosa más deseable que ha sucedido y que es de lo más entretenido y enriquecedor.

 

Esta idea está equivocada. Toda esta aproximación está equivocada, es una tergiversación y una distorsión. La mente natural es enemistad contra Dios y solo puede producir un programa falsificado, es decir, impresionar al mundo con una hábil organización, atraer al mundo con personalidades que produce el neo-evangelicalismo; cambiar el mundo incrementando el número de adherentes.

 

Jóvenes bien intencionados y dedicados son seducidos por este encantamiento y, a menos que sean advertidos, son alejados de la voluntad de Dios.

 

IV. SU TEOLOGÍA

 

Hasta aquí, este ismo no ha articulado un sistema definitivo. Probablemente no lo haga nunca. Sus adherentes representan una amplia gama de diversas opiniones.

 

Sin embargo, describir sus aspectos dominantes no es difícil. Dicen creer en la inspiración plenaria de las Escrituras y la mayoría de sus proponentes profesan creer en las doctrinas fundamentales. Sin embargo, sus ideas sobre la inspiración y el torcido parecido que dan a las frases familiares del credo, dejan mucho que desear. Esto no debería sorprender, porque la mezcla y el compromiso son la base misma del movimiento.

 

(1) Una desviación obvia del fundamentalismo bíblico es que asumen que algunas partes de la Biblia son menos importantes que otras. Esta mentira, que demasiados creyentes toman por sentado, ha causado mucho daño en no pocas iglesias bíblicas.

 

Bien puede cuestionarse la lealtad a la Palabra escrita cuando se le permite al razonamiento humano decidir lo que es importante y lo que no es importante. ¿Quién es el hombre como para determinar lo que es importante?

 

Si la Biblia es la Palabra de Dios, es Su Palabra. Todo lo que ÉL estimó que debía ser incluido en esos Escritos es importante para ÉL. Es obvio que quien se dedica a la obra personal no leerá las genealogías o pasajes sobre el diezmo a quien busca salvación. Pero el hombre no tiene derecho a decir que algunas partes de la Biblia no son importantes.

 

Lo que sucede es que después de que la idea de que algunos pasajes son menos importantes ha sido anunciada y aceptada, el número de los así llamados esenciales se reduce y el número de los así llamados no esenciales aumenta. Y pronto solo queda un mínimo de pasajes para ser tomados en cuenta.

 

En los años formativos del movimiento, apareció un eslogan diseñado a incluir todos los matices de opiniones teológicas:

 

“En lo esencial, unidad,

En lo no esencial, libertad,

En todas las cosas caridad.”

 

Los creyentes deben ser advertidos de que la Biblia está siendo reducida por el neo-evangelicalismo. Las profecías y pasajes históricos que no cuadran con su fantasía, son ignorados convenientemente. Aunque la doctrina bíblica de la separación es una de las más importantes en las Escrituras, ahora puede ser hábilmente omitida por quienes se han entregado a la mezcolanza y al compromiso.

 

(2) El neo-evangelicalismo profesa estar muy ansioso de propagar el evangelio. Dice que el propósito principal de Dios es la salvación del hombre. Eso es un error.

 

Muchos creyentes confiados han sido engañados por el énfasis en ganar almas, porque se les ha dicho que un alma vale más que todo el mundo.

 

Esto no es solo un error, es una hábil falsificación, porque pone a la soteriología por encima de todo lo demás. Hace que el hombre, y no Dios, sea el centro de la teología.

 

Todo estudiante de la Biblia debe saber que el propósito principal de todo lo que Dios hace, incluso al darnos la Biblia, es Su gloria.

 

El elemento humanista que coloca la salvación del hombre por sobre la gloria de Dios, va en contra de lo que Dios ha revelado. La salvación de almas no es más que una de las maneras en que Dios es glorificado. Tenemos que poner Su gloria primero.  Cualquier motivo menor, incluso alcanzar a los perdidos, deshonra al Autor de la Palabra escrita, que ha establecido claramente sus objetivos.

 

La actitud del neo-evangelicalismo hacia la Palabra de Dios demuestra una falta de reverencia, reverencia que ÉL merece y demanda.

 

Encuentro de lo más objetable esta actitud hacia la Palabra de Dios, colocar el razonamiento humano y los valores humanos por sobre la sabiduría y la gloria de Dios.

 

El neo-evangelicalismo es ciertamente una religión que está en desacuerdo con el fundamentalismo bíblico. Esto se ve en cómo el énfasis en el valor del hombre ha evolucionado entre quienes lo han adoptado: luego se comenzó a hablar de “la salvación para el hombre completo,” “la redención del total de la personalidad,” “las implicaciones sociales del evangelio” y, ahora, “necesitamos el evangelio social en nuestra evangelización.”. Esto no es más que el antiguo liberalismo en jerga neo-evangelical.

 

El misionero sabe, por ejemplo, que si sale al campo misionero para la gloria de Dios, él será sostenido en la adversidad y retendrá su ánimo cuando los resultados visibles sean pocos. Porque él sabe que él está allí como un testigo del Señor y que su ministerio es para la gloria de Dios, aún cuando el evangelio es rechazado. Si no fuera así, el misionero no podría permanecer en su puesto.

 

El afán de las epístolas es enseñar a los creyentes a permitir que la vida de Cristo que mora en ellos se manifieste, con lo cual Dios es glorificado. Esto tiene prioridad. Esta revelación, una vez recibida y habiéndose sometida a ella, producirá el fruto del Espíritu por el cual Dios es glorificado. Dios realizará el milagro de la reproducción por medio de estos testigos y para Su gloria.

 

(3) La filosofía subyacente en el neo-evangelicalismo le impide seguir una interpretación literal de las Escrituras. Por lo cual su teología, aunque diversa en algunas materias, en la práctica se opone consistentemente a una interpretación literal; es liviana y flexible, siempre dispuesta a ceder terreno a los críticos, si esto parece fomentar la imagen de ser intelectual.

 

La aproximación literal es la aproximación normal para entender la literatura en cualquier idioma. La Palabra de Dios debe ser recibida en su sentido llano, normal y literal. Un acercamiento reverente y llano a la Palabra no descarta figuras de lenguaje. Una vez que se desecha la interpretación literal de las Escrituras, no hay freno efectivo contra la herejía.

 

(4) La mezcla y el compromiso describen este movimiento. Esto es evidente por su repudio de la ley moral de Dios, es decir, la doctrina bíblica de la separación. Esta doctrina está presente desde Génesis a Apocalipsis. La Biblia habla más sobre este tema que sobre la salvación. De hecho, la doctrina de la separación está incluida en la doctrina de la salvación.

 

La Palabra de Dios enseña claramente sobre la separación de religiones extrañas, de idolatría y de apostasía. Además enseña que verdaderos creyentes deben apartarse de creyentes profesantes que son desobedientes.

 

Sin embargo, esta nueva religión, que se llama a sí misma evangelical, no solo ignora la doctrina, sino que trata con desprecio a los que se adhieren a ella.

 

El neo-evangelicalismo encuentra un grato compañerismo con las denominaciones de antaño, las que hace tiempo han caído en la apostasía. Mantiene cordiales relaciones con los infieles. Esto se aprecia en sus campañas evangelísticas ecuménicas, al hacer desfilar sobre sus plataformas a conocidos liberales para enfatizar su solidaridad con los incrédulos.

 

El neo-evangelicalismo no tiene relación con un testimonio cristiano puro.

 

(5) Lo que hace tan engañosa esta falsificación que es aceptada tan fácilmente por algunos, es su mezcolanza, al lograr manejar que la retórica suene a cristianismo. Mantienen los suficientes versículos bíblicos como para recibir el apoyo financiero de creyentes bien intencionados y suficiente liberalismo, como para ser atractivo para el mundo. Esta mezcolanza debería convencernos de que es falso.

 

Recordará el lector nuestra referencia a la síntesis en el pensar. No olvide que la mezcla es la naturaleza y el síntoma principal del neo-evangelicalismo. Y no olvidemos que Dios aborrece las mezcolanzas.

 

Un ejemplo de esto es la aceptación de la teoría de la evolución que es opuesta a la Palabra de Dios al tildarla de evolución teísta, como si Dios hubiese usado ese método. Esto agrada al diablo, porque ahora ellos creen en fábulas. Por causa de esta síntesis mental, no puede asumirse que el neo-evangelicalismo representa una fe cristiana pura.

 

V. SU MENSAJE

 

El mensaje del neo-evangelicalismo es una mezcla de frases y expresiones bíblicas familiares que tienen un significado diferente y no representa la inspiración verbal, la interpretación literal y los distintivos dispensacionales. Dice adherirse a la fe apostólica, pero busca modificarla, de modo que ya no sea la cosa sobrenatural que solía ser. A veces hace declaraciones con las cuales estará de acuerdo cualquier amante de la Biblia bien informado. Luego recomienda tolerancia y razonamiento carnal, lo cual hace que esa Palabra quede sin efecto.

 

Su mensaje está dirigido a los deseos del hombre caído. La salvación o el cristianismo que ofrece, no tiene la cruz que mata al ego del pecador; en su lugar promete montones de entretenimientos y una manera más placentera en la cual pueda divertirse la naturaleza caída.

 

Habla de amor y de paz, y dice que cualquier cosa que la sociedad pecaminosa anhela, es precisamente lo que el cristianismo puede darle.

 

El ego del pecador y el respeto por sí mismo responderá más prontamente a un llamado que le ofrece emociones. De modo que en lugar de predicarle las verdaderas implicaciones de la Cruz de Cristo, se le dice al pecador que solo necesita un cambio de dirección.

 

Se hace todo esfuerzo para predicar similitudes, que para ser cristiano hay pocas demandas desagradables a la carne y que comprometerse con Cristo acrecentará el goce de esta vida.

 

Se usa mucho la palabra “realización” implicando que el pecador no es tan malo—de hecho, tiene mucho potencial y que solo necesita agregar este compromiso para realizarse.

 

La fe cristiana es presentada como algo muy parecido a lo que el mundo desea, pero con alguna añadidura.

 

Esto es un pseudo- evangelio, pues busca evitar la ofensa de la cruz. El cristianismo que el Cristo Resucitado y ascendido entregó al Apóstol Pablo es silenciado o ignorado. El verdadero mensaje de la cruz mata al pecador. No lo realiza. Termina con él. Pero esto no se transmite en el mensaje que emerge del deformado pensamiento de esta nueva religión.

 

Si fuera posible describir con pocas palabras su desviado mensaje, podríamos mencionar las palabras del Apóstol Pablo cuando escribió sobre un sutil error que podía corromper a la asamblea. Son estas  tres: “otro Jesús,” “otro espíritu,” “otro evangelio” (2 Corintios 11:4).

 

(a) Otro Jesús es cualquier concepto que está en desacuerdo con la presentación que las Santas Escrituras hacen de Jesús.

 

El Jesús de la Biblia es el Jehová del Antiguo Testamento, quien entró en nuestro mundo de una manera especial y se hizo hombre por Su nacimiento virginal. Probó con señales y milagros ser el Mesías (Cristo) y el verdadero Dios. Ofreció a los judíos el reino prometido, pero fue rechazado. Acusó a los hipócritas y a los saduceos pronunciando ayes sobre ellos. Enseñó acerca del fuego del infierno. Se negó a mediar en los litigios de los mundanos y no quería tener parte alguna en las revueltas contra la autoridad civil. Derramó Su preciosa sangre para la redención de todos los que creerían en ÉL. Se levantó corporalmente de la tumba y ascendió al cielo para interceder por los Suyos, que son identificados con ÉL en el cielo y que han de representarlo honestamente en todo el mundo. ÉL ha sido declarado Señor y Cristo y Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia que es Su cuerpo.

 

Pero el Jesús que es presentado ahora es un Cristo extraño, que no tiene ninguna relación con el Cristo del Nuevo Testamento, sino que es un ídolo gnóstico, un héroe imaginario o la personificación de las aspiraciones de la carne- el producto de la preferencia del hombre caído por una deidad a la imagen del hombre que, se dice, merece los mejores esfuerzos del hombre, que hace pocas demandas que pueden interferir con la persecución de placeres. Este cristo no presenta una cruz ni un yugo; promete liberar de los sentimientos de culpa.

 

(b) Otro espíritu es cualquier concepto o presentación que está en desacuerdo con lo que la Biblia enseña sobre la persona y el ministerio del Espíritu Santo. 

 

El Espíritu Santo es una Persona con todos los atributos de una personalidad. EL convence de pecado, de  justicia y de juicio. ÉL no se glorifica a Sí Mismo, sino exalta a Jesucristo. Él es el vicario de Cristo que mora en cada creyente nacido de nuevo. El dirige a los segadores en la cosecha (misioneros) y gobierna la asamblea. Su presencia y ministerio no se perciben por los sentidos físicos.

 

Pero el espíritu, concebido por la mente humana, es presentado comúnmente sólo como una influencia. En su forma más sofisticada, es la generación de una atmósfera mediante psicología, en su forma más primitiva, son sentimientos, emociones religiosas y sensaciones. En la práctica, es un misticismo supersticioso o el uso de un computador para determinar dónde y cómo establecer una misión. En realidad, es el espíritu de este mundo que opera ahora en los hijos de desobediencia.

 

(c) Otro evangelio es cualquier concepto o presentación, como el evangelio del reino anterior a la cruz, que está en desacuerdo con el evangelio de la gracia de Dios, el que Jesucristo glorificado entregó al Apóstol Pablo.

 

El Evangelio es presentado claramente en 1 Corintios 15:1-4:

 

Además os declaro, hermanos, el evangelio…por el cual sois salvos…que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.

 

Su muerte representativa y sustitutiva y Su resurrección corporal constituyen las buenas nuevas que “son poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…” (Romanos 1:16). Tergiversar, torcer o pervertir este mensaje u omitir las implicaciones de la culpabilidad moral del hombre, la transacción en el Calvario y la gratuita gracia de Dios, es falso.

 

Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema (Gálatas 1:8).

 

Pero el “otro evangelio” que es presentado ahora es más parecido al Evangelio del Reino y tiene poco o nada que decir de la sangre de Cristo derramada como expiación por el pecado. Omite la doctrina de la naturaleza caída del hombre y de la natural rebelión del hombre contra Dios. Pasa por alto con liviandad el hecho de la resurrección de Cristo. El otro evangelio habla de compromiso, de cambio de dirección y satisfacción: el hombre no está bajo la condenación de Dios, el hombre solo se está perdiendo una existencia más placentera. No se enfatiza la obra acabada de Cristo, si es que se la menciona. En lugar de eso se oye, “lo que Cristo puede hacer por ti.”  Se hace todo esfuerzo para evitar la ofensa de la cruz y se presenta el hacerse cristiano de la manera que más agrada al corazón que ama el pecado. Se enseña el nuevo nacimiento como que fuera un “nuevo comienzo.”

 

En esencia, la crucifixión muestra solamente el amor de Cristo al no resistir ni usar represalias. No hay rescate ni propiciación de la cual preocuparse, solo “compromiso.”

 

Otro Jesús, otro espíritu y otro evangelio son hábiles sustitutos para lo real. Esto no es admitido por los inflexibles defensores que insisten en que están solo “poniendo al día el mensaje cristiano para alcanzar al hombre contemporáneo.”

 

Pueden alcanzar al iletrado para un Jesús imaginario— un ídolo inventado por su propia mente.

 

Un demonio puede proporcionar fácilmente una presencia sobrenatural que los iletrados pueden creer que es el Espíritu Santo.

 

Hablar de paz, amor y ayuda divina en las dificultades puede ser aceptado como el evangelio por los iletrados, pero es un mensaje diferente.

 

VI. SUS MÉTODOS

 

Por causa de su inherente filosofía y su confusa teología, emplea métodos no escriturales. Cree que el fin justifica los medios. Como los neo-evangelicales están equivocados en cuanto al mensaje de Dios, tampoco prestan atención al método de Dios.

 

Para promover sus fines, emplearán cualquier medio: música diabólica, personajes cuestionables como propagandistas y publicidad ingeniosa e incluso deshonesta.

 

Uno de los métodos más detestables es pretender que los clérigos liberales no son incrédulos, sino cristianos sinceros que pueden discrepar en algunas materias. Por ejemplo, en un almuerzo para promocionar el neo-evangelicalismo, ellos presentaron a un ministro unitario sentado a la cabecera de la mesa como “un verdadero evangelista en el segmento de su particular ministerio.”

 

Un testimonio puro tiene que estar libre de enredos en palabra y práctica.

 

Mezclar lo puro con lo impuro y con lo pagano no produce sólo prácticas que no están conforme a las Escrituras, sino llevan a pensar si acaso los neo-evangelicales realmente entienden las pocas verdades fundamentales que profesan creer.

 

Por ejemplo, si ellos creyeran que Dios es santo y que demanda que Su pueblo sea santo, ellos no podrían abrazar fraternalmente a los adoradores de María, ni podrían asociarse con los infieles, ni permanecer en denominaciones apóstatas.

 

Para todos hay algo allí. Los incautos de nuestra iglesia, que gustan de la retórica que denuncia el pecado y de términos como “salvación,” “arrepentimiento” y “juicio” y que gustan de los himnos antiguos, oirán estas cosas; y los que se sienten a gusto cuando hombres conservadores comparten un programa, verán eso. Por otra parte, los que se inclinan por una teología liberal y la mundanalidad, que admiran el lenguaje contemporáneo revolucionario y que vibran con la estridencia rock llamada música, oirán eso. Los que respetan a los charlatanes y sanadores religiosos o gustan ver girar la anatomía femenina, no se verán privados de esos espectáculos.

 

Este método incluye la propaganda que insiste en que toda la procesión marcha hacia Dios y que la gente inteligente, la gente importante en todos los campos, incluso los hippies, se están uniendo y lo están pasando muy bien.

 

Los hombres que están persuadidos del neo-evangelicalismo también han invadido las misiones extranjeras con su evangelismo ecuménico, y han tenido éxito en unir misiones de fe con misiones denominacionales--conservadoras, carismáticas y liberales-- en empresas carnales para promocionar esta clase de cristianismo entre los nacionales. Según sus propios informes, en algunos casos hasta han recibido la cooperación del clero católico romano.

 

Su literatura y publicaciones informan que usan los computadores para determinar dónde enviar a los misioneros y las cualidades que éstos deben tener. El Señor de la mies no puede tener parte en esta nueva religión, de modo que no sorprende que ÉL no sea consultado respecto a la asignación del personal en los distintos campos misioneros.

 

Detrás de tales prácticas hay una sutil forma de idolatría. Cuando la mente crea un concepto de la deidad según la imagen del hombre en lugar de aceptar la revelación que Dios ha dado de Sí Mismo, esa persona asumirá y adoptará una metodología de acuerdo con sus propias ideas.

 

Una de las opiniones inherentes a la mencionada incertidumbre relativa a la verdad absoluta, es que esta confusión es, en realidad, deseable, porque la historia dará finalmente su veredicto en cuanto a la verdad. Los que sostienen esta opinión a veces usan la ilustración del agua y el aceite, resaltando que tal como el aceite tiende a flotar sobre el agua, así el unir ideas, opiniones, filosofías, religiones o hombres que están en lo cierto con hombres que no lo están, revelará finalmente lo que es mejor, correcto o verdadero.

 

No cuestionamos el punto de vista de que la verdad finalmente se revelará como superior al error, pero mientras tanto, la generación que es afectada en lo inmediato no verá lo que es la verdad. El hecho es que cuando al fin se rinda cuenta ante Dios, no habrá duda en cuanto a quién estaba en lo cierto y/o cuál era la verdad. Sin embargo, los creyentes tienen el privilegio de saber la verdad ahora, y tienen la obligación de vivirla y practicarla, como también proclamarla.

 

Excusar el mezclar la mundanalidad con el evangelio o estar de acuerdo en unirse con siervos de la apostasía en un esfuerzo evangelístico bajo la premisa falsa de que habrá un resultado bueno y que la verdad prevalecerá, es una violación de la Palabra de Dios y es una ofensa al nombre de Cristo.

 

Los líderes explicaron la estrategia para recuperar facultades y seminarios. No debía haber discusiones con los liberales, ni predicación ni apelación a las emociones, sino un debate en el terreno intelectual. Esto significó conceder que los primeros once capítulos de Génesis no son confiables, que algunos pasajes de los Salmos, 1 y 2 Reyes y 1 y 2 Crónicas en cuanto a algunos eventos y el número de personas involucradas, son obviamente incorrectos; y que el Dios del Antiguo Testamento en comparación con el Dios del Nuevo Testamento era duro, cruel y vengativo y que no podría ser defendido en nuestra sociedad.  Así, el 75% de las Escrituras son demasiado inciertas. Lo que dejaron fue catalogado como un “mínimo irreducible” de doctrina –lo suficientemente débil como para incluir toda la diversidad de “evangelicales” y, sin embargo, proveer una voz unificada respecto a las misiones y las academias.

 

VII. SUS ACTITUDES

 

Ya hemos notado que su énfasis en cuanto a la soteriología, incluso en cuanto a la salvación de la sociedad, hace de Dios el siervo del hombre. Su actitud hacia la Biblia no es de humildad, sino los propios razonamientos se elevan por sobre  la Palabra de Dios. No hay evidencia de un espíritu contrito que “tiembla a Mi palabra” (Isaías 66:2). No sorprende entonces que se atreva a enseñar que algunas partes de la Biblia son más importantes que otras.

 

El neo-evangelicalismo también se puede detectar por su actitud hacia la desenfadada apostasía. La actitud es conciliatoria y trata la infidelidad como que fuera una mera diferencia de opiniones cristianas.

 

Su actitud hacia los que creen en el fundamentalismo bíblico, es de menosprecio. Los que adhieren a un punto de vista Dispensacional sano de las Escrituras, son motivo de burla.

 

Su actitud hacia la doctrina de la separación es que está pasada de moda, que es irrealista e incompatible con el énfasis contemporáneo sobre el amor.

 

El orgullo intelectual es característico de este movimiento. Solo toma en cuenta lo que puede ser demostrado y que los únicos pasajes de las Escrituras que tienen validez son los que el intelecto humano reconoce como razonables.

 

Acepta la prohibición del adulterio físico, porque considera que hay motivos para que esa promiscuidad cause problemas. No acepta la prohibición del adulterio espiritual, porque la separación para santidad no atrae a las multitudes.

 

VIII.  SU ECLESIOLOGÍA

 

El neo-evangelicalismo a menudo dice una cosa y practica otra. Esto se ve en su noción de la iglesia de Cristo. Muchas veces usa términos y frases familiares que implican el concepto de iglesia del Nuevo Testamento, pero esto es solo retórica.

 

Sus defensores ignoran consistentemente la doctrina de que solo los creyentes regenerados (nacidos de nuevo) constituyen el “cuerpo de Cristo,”  porque usan la palabra “iglesia” para referirse a todas las organizaciones cristianas. El engaño satánico consiste en atraer la mayor cantidad posible de creyentes bíblicos fieles al movimiento ecuménico apóstata.

 

Notamos también que a nivel local, donde pastores y laicos desprevenidos piensan en términos de organización,  hacen todo esfuerzo para que la gente ingrese a la organización, y no toman en cuenta el hecho de que la iglesia local, según el Nuevo Testamento es un organismo vivo y el principal testigo de Dios en esta dispensación.

 

La separación escritural, los temas doctrinales fundamentales y los métodos apropiados son ignorados en un febril intento de obtener compromisos, aunque sean superficiales. El neo-evangelicalismo incita, induce y excusa esto con su lema pervertido de “ganar almas,” y tienen mucho cuidado para no  admitir que en las denominaciones hay apostasía. 

 

IX. SUS ESCUELAS

 

Muchos institutos y seminarios han sido atrapados por esta nueva religión. Un instituto bíblico tras otro ha comenzado a capitular ante la presión de este movimiento.

 

Mediante la infiltración del cuerpo de profesores y directores que obtuvieron sus puestos académicos en el territorio del diablo, este cristianismo falso ha corrompido la mente de muchos jóvenes destacados.

 

Cuando se averigua respecto a la posición expresa y oficial de la escuela en cuanto al neo-evangelicalismo, los miembros de la facultad evitan el tema, refiriéndose a una declaración ambigua en un folleto o pretenden que no entienden a lo que se refiere la pregunta.

 

Esto ha llegado a ser la práctica en muchos institutos bíblicos. Responden con frases piadosas y declaraciones vagas como que “nuestra posición es la misma de siempre” y así despiden al interesado.

 

No somos irrazonables al demandar que los centros de estudio de la Biblia tomen una posición, informen bien al estudiante sobre esta seria desviación de la verdad y ayuden a los estudiantes a desarrollar su discernimiento espiritual. La mayoría de los institutos bíblicos de los que tenemos  conocimiento personal prefieren guardar un cobarde silencio.

 

Es inexcusable que aleguen ignorancia. Toda la literatura, religiosa y secular, está al alcance de los profesores y directores de cualquier institución bíblica, como lo está a nosotros.

 

Los estudiantes de la mayoría de los Colegios Cristianos de Artes Liberales han recibido un lavado de cerebro para considerar la separación como el punto de vista muy estrecho de unos pocos cristianos ignorantes. En muchas escuelas bíblicas, los estudiantes no reciben ninguna instrucción en profundidad sobre esta doctrina, como para que aprendan a aborrecer el compromiso y la mezcolanza, ya sea en asociación o en práctica.

 

En estos difíciles días nuestra juventud necesita pasar más tiempo con la Palabra de lo que el currículo de muchas escuelas actualmente provee. El discernimiento solo se puede desarrollar con el conocimiento y la sumisión a la Palabra inspirada. Se debe enseñar a los estudiantes que Dios detesta la mezcla y juzga severamente el compromiso.

 

Debemos estar profundamente agradecidos a las instituciones educacionales que permanecen firmes y que no se doblegan ante este ismo. Los pocos institutos, colegios y seminarios bíblicos que han entendido y se oponen al pensamiento torcido que hemos descrito y que prepara con diligencia a sus alumnos para que enseñen y preparen a su vez, merecen todo nuestro apoyo. Asegurémonos de recomendar y apoyar solo a las instituciones que hacen una distinción entre lo falso y lo verdadero.

 

X. SU SIMULACIÓN

 

A. EJEMPLOS DE SU FICCIÓN

Las declaraciones de sus fundadores y líderes no dejan duda de que el neo-evangelicalismo es una nueva religión que no puede ser identificada con la fe cristiana pura. Estas son algunas citas directas de ellos:

El neo-evangelicalismo se diferencia del fundamentalismo en que está dispuesto a tratar los problemas sociales que el fundamentalismo ha evadido. No hay necesariamente una dicotomía entre el evangelio personal y el evangelio social…El neo-evangelicalismo adhiere a todas las enseñanzas ortodoxas del fundamentalismo, pero ha desarrollado una filosofía social…El neo-evangelicalismo ha cambiado su estrategia de separación a una de infiltración…En lugar de atacar el error, los neo-evangelicales proclaman las grandes doctrinas históricas del cristianismo.

Demasiado a menudo el fundamentalismo ha sido identificado con un énfasis periférico en la doctrina y método, perdiendo así el derecho a ser sinónimo de evangelical…ha demostrado poco poder para resolver la situación social, que es un desafío para la iglesia de hoy.

 

Estos son mis comentarios sobre los párrafos citados:

1.      Nótese el reconocimiento de que el neo-evangelicalismo es distinto del fundamentalismo.

2.      Luego está la declaración de que no es necesaria una separación entre el evangelio personal y el evangelio social. No se da una definición del evangelio personal, pero se infiere claramente que otro evangelio también es aceptable y necesario. Esto es mezclar dos evangelios.

3.      Se confiesa que hay un cambio de separación a infiltración. Esto es un repudio de la doctrina bíblica de la separación.

4.      Aquí también se encuentra la declaración de que el neo-evangelicalismo no ataca el error. Confiesa que lo tolera y soporta y no lo expone.

5.      Dice proclamar las grandes doctrinas históricas del cristianismo, pero no proclama las doctrinas de la Palabra de Dios.

6.      Critica el fundamentalismo por identificarse con el énfasis periférico en la doctrina y el método. De hecho, el fundamentalismo no trata la doctrina y el método como asuntos periféricos, sino como asuntos esenciales y vitales.

 

B. MÁS EJEMPLOS DE FICCIÓN

“Es posible, y no me preocupa negarlo, que dentro de los límites que la ciencia debe definir, ha habido una evolución orgánica—una derivación genética de un orden o especie de seres vivos a otra. La convergencia de varias líneas de evidencia ha dejado convencida a la gran mayoría de los científicos de que eso es así.

El término “creacionismo progresivo” es bueno. Es progresivo en tanto que niega una creación instantánea y una fijación de las especies, permitiendo cierto desarrollo. Sin embargo, es creacionismo, por cuanto niega que la evolución haya sido total. Dios ha creado mediante una sucesión de actos.”

Estos son mis comentarios sobre los dos últimos párrafos, que son citados de otro exponente que lidera el neo-evangelicalismo:

1.      Se rinde ante la evolución.

2.      Admite creer en una evolución orgánica.

3.      Escoge creer en lo que han dicho los científicos en lugar de creer en la Palabra de Dios.

4.      Con el fin de que parezca religioso, usa el término creacionismo, dando a entender que Dios está detrás de la evolución.

 

Esta simulación tiene por objeto aparentar estar de acuerdo con la fe fundamentalista, mientras, en realidad, introducen otra filosofía.

Cuando se leen estos artificios (y estos son solo algunos ejemplos), uno no puede sino considerar que el neo-evangelicalismo no es más que una perversa falsificación. De hecho, es difícil sostener que estamos leyendo las palabras de víctimas y no de villanos. Por cierto, la predicha doctrina de demonios es lo que caracteriza este ismo.

 

Vuelva el lector a leer cuidadosamente lo que hemos escrito sobre la mente inhibida y la filosofía inherente a esta nueva religión. Trate de entender su malvada naturaleza. No trates de hacer una evaluación por la evidencia de solo algunas de sus prácticas. El diablo quiere que pienses que esto no es un pseudo cristianismo.

 

He conocido y conversado con muchas personas, incluso con pastores, de iglesias fundamentalistas, que están pensando según los postulados y las desviaciones del neo-evangelicalismo sin darse cuenta de ello. Algunas personas que conozco quedaron horrorizadas cuando descubrieron cuantos pensamientos errados habían encontrado cabida en sus propios corazones.

Este movimiento satánico se las arregla para esconder sus intenciones y ocultar su naturaleza de lobo bajo ropajes de oveja con sus dichos piadosos, asegurando que así alcanzan las almas más efectivamente.

 

XI. SUS SÍNTOMAS

 

Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo (2 Juan 8).

 

El creyente en Cristo, para su propia protección y para prevenir estar dando alguna asistencia a este movimiento, debe discernir algunos de las primeras señales de la presencia del neo-evangelicalismo, tales como:

 

1.      Cualquier desviación del evangelio que omita la necesidad de la expiación mediante el derramamiento de sangre.

2.      Una aversión al dogma y un repudio a reconocer la inspiración verbal de las Escrituras.

3.      Un  razonamiento que considera importante solamente los pasajes bíblicos que tratan directamente con la redención.

4.      Una evidente  vacilación de estar en contra de alguna cosa o de tomar una decidida posición  contra la apostasía.

5.      Ignorancia o pasar por alto la doctrina de la separación, especialmente cuando se trata de separarse de cristianos profesantes que desobedecen a sabiendas.

6.       Encubrir la incertidumbre e inseguridad con una servil adulación de la ciencia.

7.      Un temor patético de pertenecer a una pequeña minoría religiosa, un temor a ser considerado de mente estrecha.

8.      Una excesiva admiración por métodos novedosos y por las últimas versiones de la Biblia.

9.      Justificar métodos dudosos en misiones o evangelismo, destacando los éxitos. Por ejemplo, la popularidad de la empresa, las cantidades, las “conversiones”, etc.

10.  Ausencia de temor ante la Palabra escrita de Dios, poniendo como árbitro a la razón humana.

11.  Amor por lo que se puede demostrar y por lo emocional y tolerancia del movimiento carismático moderno.

12.  Una admisión tácita de la incertidumbre, citando y requiriendo la opinión de otros hombres falibles, en vez de confiar en la infalible Palabra de Dios.

13.  Se evitan las impopulares doctrinas bíblicas de la expiación vicaria, de la separación, del juicio, del infierno, etc.

14.  Un consentimiento a mezclarse en asociaciones y prácticas y una acomodación a las modas populares.

 

Cada hijo de Dios debe saber que es susceptible a ser engañado.

 

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga (1 Corintios 10:12).

 

Debemos estar conscientes de nuestro medio ambiente, de nuestra naturaleza caída y de nuestro enemigo.

 

Nótese el medio ambiente: el clima intelectual de nuestro tiempo no afecta solo el pensamiento de los eruditos, sino también del hombre común de nuestra sociedad contemporánea y el ambiente de humanismo y escepticismo prevaleciente más la enorme cantidad de noticias contradictorias que nos llegan por medio de las comunicaciones, producen incertidumbre sobre cuál es realmente la verdad.

 

Así que, aquí estoy yo, con mi mente condicionada por nuestro tiempo (mucho más de lo que me doy cuenta), para funcionar en medio de la incertidumbre. Por lo tanto, debo estar alerta y resistir continuamente a esta actitud.

 

Recordemos  luego, nuestra naturaleza caída: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso (es decir, enfermo); ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9). Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden (Rom. 8:7). Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios…y no las puede entender…1 Corintios 2:14). La naturaleza caída del hombre mantiene su mente en un estado contrario a Dios.

 

Yo también tengo esa naturaleza caída por la cual mi mente piensa y razona exactamente igual como lo hace la mente de los no regenerados, a menos que esté cautivada y sometida a la Palabra de Dios. Por lo tanto, tengo que negarme a depender de  mis propios razonamientos y desear conscientemente la mente de Cristo.

 

También tenemos un enemigo:

Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo (2 Corintios 11:3).

Satanás se especializa en filosofías y religiones, es perseverante en su asistencia a la iglesia y es un maestro del engaño.

 

Aquí estoy, vulnerable a las sugestiones satánicas, incluso a la perversión de cualquier parte de todo el consejo de Dios. Por lo tanto, necesito desesperadamente discernimiento espiritual y debo estar en crítica alerta todo el tiempo.

 

Estamos rodeados de personas inseguras; la incertidumbre es la corriente subterránea en todas las comunicaciones, no necesariamente expresada, pero presente de manera siniestra. En variadas y sutiles maneras tendemos a absorber este estado de ánimo. Necesitamos discernimiento.

 

Por más sabio que uno se crea, la sabiduría natural del creyente no es mejor que la sabiduría del mundo (1 Corintios 1:20) y su orgullo adánico se resiste a hacerse ignorante, con tal de ser sabio en el Señor (1 Corintios 3:18).

 

Los demonios también están activos tratando de desviar el modo de pensar del creyente para que llegue a conclusiones equivocadas. Un ejemplo es la sugerencia de que “en medio de tanta incertidumbre, de las dudas de los entendidos en cuanto a la exactitud de muchas partes de la Biblia, y de violentos desacuerdos entre los hermanos, hay una sola cosa a la que uno se puede aferrar razonablemente, y eso es promover el cristianismo con amor por cualquier medio y con cualquiera que piense de manera similar.”

 

No debo ignorar las maquinaciones de Satanás, sino debo discernir, aborrecer y tratar primero honestamente con cualquier síntoma de neo-evangelicalismo en mí mismo. Entonces estaré preparado y obligado a tomar una posición decidida en su contra, en cualquier tiempo y lugar.

 

XII. SUS DESAFÍOS

 

El neo-evangelicalismo presenta un desafío a nuestra capacidad de discernimiento para distinguir entre lo carnal (alma) y lo espiritual: una facultad que no está muy desarrollada en muchos de nosotros que profesamos amar al Señor Jesús.

 

Ciertamente que de muchas maneras es un desafío a tener una posición vital e inequívoca respecto a las Santas Escrituras— especialmente la inspiración plenaria y verbal de los manuscritos originales.

 

Luego desafía nuestro entendimiento de la gran salvación post-resurrección; esencialmente la presencia y manifestación de la vida de Dios en el creyente, para ser santificado y para ser conformado a la imagen de Cristo (Rom.8:29), en vez del esfuerzo de la persona salva para emular la vida terrenal de nuestro Señor.

 

Obviamente desafía nuestra lealtad al propósito y a la prioridad de Dios en esta dispensación: Su propósito primordial en todo y por medio de todo creyente nacido de nuevo, es Su gloria; y Su prioridad en tomar un pueblo para Su nombre,  involucra específicamente a la asamblea local, que funciona como un organismo, por medio del cual ÉL se manifiesta al mundo y muestra Su sabiduría a los principados en los lugares celestiales (Efesios 3:10).

 

Por su mezcla y concesión a la mundanalidad, el neo-evangelicalismo compite con la Verdad que nos fue transmitida por el Cristo ascendido y por eso constituye una amenaza para la extensión y preservación de un testimonio puro. La presentación escritural de Cristo requiere  incorporar la “fe una vez dada a los santos” al mensaje y a la práctica. Por lo cual también nos desafía a entender y mostrar correctamente el amor de Dios como es enseñado en la Escrituras, por cuanto el neo-evangelicalismo confunde el amor de Dios con el compromiso y la tolerancia del mal.

 

Muchas de nuestras misiones han sido infectadas seriamente con el virus del neo-evangelicalismo: cooperación en empresas no escriturales, animar a los nacionales a ser entrenados en seminarios neo-ortodoxos o liberales, usando computadoras para determinar el plan de acción o la instalación de personal y adoptar el acercamiento intelectual/analítico.

 

¿Es escritural imitar a la industria y obligar a los misioneros veteranos a jubilar a una edad arbitraria, cuando ellos aún están dispuestos y capacitados para continuar desarrollando satisfactoriamente sus labores? Misioneros que predican el evangelio han sido reemplazados por instructores en agricultura, misiones automotrices, servicios veterinarios, etc. Y no pocos de los recientemente escogidos han sido adoctrinados en la filosofía neo-evangelical.

 

Esta nueva religión nos desafía también a discernir en cuanto a hombres y organizaciones que buscan nuestro apoyo. Debemos aprender a distinguir entre los que son obviamente ingenuos y los que se han vendido a esta extraña filosofía, para que cuando apliquemos la separación, no seamos culpables de juzgar injustamente.

 

El desafío inmediato que tenemos que afrontar es proveer instrucción y protección a nuestros jóvenes. Es imprescindible que ellos sean enseñados para que estén informados de este movimiento falso,  pues su influencia ha penetrado en nuestras familias por la vía de publicaciones religiosas, de programas de radio y de literatura para la Escuela Dominical.

 

Tengamos además cuidado de que nuestra reacción al neo-evangelicalismo no nos lleve a unirnos con los extremistas que prosperan con el negativismo o mezclan las demostraciones políticas con su fundamentalismo.

 

No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal (Proverbios 4:27).

 

Nuestro llamado es mantener un testimonio puro y preciso en doctrina y práctica. Por lo tanto no debemos arriesgar tener relaciones con lo que es dudoso ni tolerar lo que no es según las Escrituras. Nuestra conducta o asociaciones no deben hacer caso omiso a la doctrina de la separación. De ninguna manera debe suponerse que condonamos el mal, ni por participar ni por guardar silencio.

 

Este movimiento amenaza a la fe evangélica más que cualquier otra cosa que haya surgido en mucho tiempo. Cuídese de ello. Su filosofía, en desavenencia y contraria a la Palabra de Dios, se está infiltrando en iglesias sanas, que no detectan de lo que se trata.

 

 No debemos dejarnos desarmar por modales seductores que dicen, “Soy tu hermano y tienes que amarme y no sería misericordioso de tu parte juzgar a un cristiano.”

 

La epístola a Judas nos advierte sobre esto (v.4); describe a los que así proceden como los que causan división, que son sensuales y no tienen el Espíritu (v.19); y nos dice cómo tratar con los que tienen diferentes grados de infección (v.22-23).

 

Hay compañeros de labores a los que podemos poner sobre aviso y alertar. Tiene que ser de esta manera:

 

Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él (2 Timoteo 2:25-26).

 

Por otra parte, los inflexibles que se han apartado voluntariamente del camino de la verdad,  no podrán ser corregidos apelando a la autoridad de la Palabra de Dios. …a estos evita (2 Ti.3:5)

 

 No nos preocupa principalmente la etiqueta de “neo-evangelicalismo” en la botella (contra la cual pueden indignarse fanáticos mal informados); nuestra gran preocupación es su contenido tóxico.

 

La apostasía—el desertar a la posición contraria, de Dios a los ídolos, o del cristianismo verdadero al anti-cristianismo, como se ve en las Escrituras, en la historia y en la profecía—es principalmente un movimiento de grupo, aunque hay involucrada también una defección individual.

 

El germen de la apostasía es incubado por una manera corrupta de pensar. Al principio se muestra en la práctica, sin un repudio abierto de la declaración  de fe. Luego, para justificar las malas prácticas, esa declaración de fe tiene que ser re-pensada, modificada y re-definida en lenguaje moderno.

 

Al poco tiempo—quizás dentro de una generación—la tergiversación del credo profesado para acomodar las malas prácticas, llega a ser una carga insostenible. Lo que se encontraba en un estado embriónico llega a ser una abierta apostasía, ya no esconde su pretendida profesión anterior y se apresura en su curso a la destrucción sin retorno ni conciencia.

 

El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina (Proverbios 29:1).

 

¿Quién no ha sido infectado en algún grado por este virus? Puesto que la mente natural del creyente se inclina a pensar exactamente igual a la mente del incrédulo, es propenso a aceptar la evaluación y el razonamiento de lo que en realidad es un seudo-cristianismo, a menos que lo confronte con la Palabra de Dios.

 

SUPLEMENTO

 

Algunos hermanos, después de haber evaluado este análisis, han sugerido que bien podría ser útil como base para ser estudiado en un centro de estudio bíblico o seminario y que una tarea que requiera clasificar las Escrituras relacionadas directamente con estos temas, sería muy provechoso para el alumno.

 

UNA ENTREVISTA

 

P. ¿Estuvo usted en algún momento formando parte de la Asociación Nacional de Evangélicos?

R.  Sí. Y tuve cargos en el área de Nueva Inglaterra y participé en varias comisiones.

 

P.  ¿Qué le atrajo a dar tiempo a ese movimiento?

R.  Compartía con muchos una profunda preocupación por la situación del fundamentalismo: su pobre imagen pública, las divisiones entre hermanos, la falta de una voz nacional unida.

 

P.  ¿Cuál fue su sentimiento acerca de la organización?

R.  Al principio muy entusiasta, ya que parecía que habíamos encontrado una fórmula más efectiva para unir a todos los creyentes de la Biblia con las organizaciones denominacionales en un esfuerzo unificado para proclamar el Evangelio, promocionar las misiones extranjeras y alcanzar al mundo académico con el mensaje de Cristo.

 

P.  ¿Qué es lo que lo alejó?

R.  Varios factores. Había una creciente duda en cuanto a lo escritural de las prácticas. Luego hubo una pérdida de poder espiritual en mi propia vida 

al estar envuelto en un programa carnal que parecía no necesitar la Biblia. Me inquietaba también que se incluyera a herejes en el programa.

 

P.  ¿Era usted un neo-evangelical?

R.  Oh, sí. Pero ese término aún no había sido acuñado ni adoptado. Pero el ismo ya funcionaba, como lo expuse en mi programa. Tiemblo al pensar cuán profundamente había sido infectado con ese virus.

 

P.  Me doy cuenta que usted se salió de la A.N.E. pero, ¿qué causó su conversión de lo que luego se llamaría neo-evangelicalismo?

R.  En el nivel intelectual, citaría cuatro consideraciones teológicas. Por cuanto amaba y amo el Antiguo Testamento, sentía que los líderes no conocían realmente quién era Dios, y esto es muy evidente ahora. Tampoco estaban al tanto de los propósitos de Dios al obrar Él para Su propia gloria; y que la gloria de Dios y no el hombre y sus necesidades debe ser la base y el centro y el desarrollo de una sana teología bíblica. También debo mencionar la hostilidad del neo-evangelicalismo hacia le verdad Dispensacional.

 

P.  ¿Qué aspecto del Nuevo Testamento estaba involucrado en su “conversión”?

R.  Esto me lleva a enfatizar el aspecto espiritual. Dicho brevemente, el plan, propósito y prioridad de Dios en el nuevo orden introducido por la ascensión corporal de Jesús y la venida del Espíritu Santo, era y es morar en los creyentes. En conexión a esto no puedo enfatizar demasiado la primacía e importancia de la asamblea local—el cuerpo de Cristo en una localidad. Esta revelación que permea los escritos inspirados del Apóstol Pablo tenía agarrado mi corazón y el Señor la usó para librarme del neo-evangelicalismo.

 

P.  ¿Ha estudiado el movimiento a través de los años?

R.  Sí, por cierto. Durante un tiempo pensé que sería una moda pasajera. Pero sus obvios e inherentes males no solo han persistido sino que en años recientes ha llegado a ser lo que un pastor amigo llama “el ismo más mortífero.”  Es una falsificación.

 

P.  ¿Cuánto tiempo ha pasado con misioneros exponiendo este ismo?

R.  Durante varios años hemos dedicado por lo menos una hora y media cada tarde durante cinco días en nuestra Conferencia Bíblica y Misionera. También hemos tenido tiempo para discusiones.

 

P.  ¿Han respondido los misioneros invitados?

R.  Ha sido muy alentador ver cómo estos siervos del Señor han comenzado a entender y a expresar su aprecio. Tenemos un buen número de cartas de misioneros diciendo lo valiosos que han sido los estudios y en algunos casos han confesado haber notado en su propia Junta Misionera la filosofía del neo-evangelicalismo.

 

P.  ¿Cuál es su propósito al tratar el tema?

R.  En primer lugar-- tal como hemos dicho, despertar a todos para resistir la infección del neo-evangelicalismo en nosotros mismos. El auto-examen es absolutamente necesario, porque a menos que saque la viga de mi ojo, no podré sacar la paja del ojo de mi hermano.

 

Gracias, Pastor Helgerson.